El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ), Sebastián López Peña, convocó a toda la comunidad judicial a esforzarse para prestar un servicio de justicia “más transparente, más comprensible, más amable con las personas; una Justicia de calidad que haga más ágiles los procesos”. Lo hizo durante la Conferencia de Apertura del Año Judicial 2021 pronunciada este viernes, 12 de marzo, en los tribunales de la ciudad de Marcos Juárez.
También resaltó: “Estos tiempos, particularmente difíciles, nos convocan a estar atentos, a no ser indiferentes, a cuestionarnos, a mirar al otro, a ponernos en la situación del justiciable que llega a nosotros esperando una respuesta adecuada y en tiempo razonable”.
“Los aliento a que ratifiquemos, revitalicemos y renovemos los valores y principios sobre los que se ha sedimentado este Poder Judicial. ¡Que no nos paralicen las dificultades! Tengamos presente que las mejores planificaciones, programas, desarrollos, metas, no dejan de ser abstracciones grandilocuentes, si no hay personas dispuestas a asumir compromisos y hacerse responsables”, agregó el magistrado.
El acto contó con la presencia del vicegobernador de la Provincia, Manuel Calvo; los vocales del TSJ, Aída Tarditti, Luis Rubio, María Marta Cáceres de Bollati y Luis Angulo; el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Julián López; el fiscal Adjunto, Héctor David; el intendente municipal Pedro Dellarosa; legisladores provinciales, autoridades locales y representantes de la comunidad de la sede anfitriona.
Durante, la ceremonia, el titular del TSJ recordó a los integrantes del Poder Judicial de Córdoba que perdieron la vida a causa del coronavirus Covid-19 y aseguró que se convertirán en un símbolo que permita “valorar la generosa entrega de su servicio a la sociedad toda”.
En otro pasaje, López Peña expresó: “Hay que promover el restablecimiento de la credibilidad en el sistema judicial; hay que fortalecer la confianza en que las reglas de juegos establecidas por la ley y la Constitución son de aplicación igualitaria y equitativa; y que no son susceptibles de ser influenciadas por factores externos”.
Y convocó a la comunidad judicial a llevar a cabo “un proceso de introspección personal y colectivo que posibilite dejar de lado prejuicios y estereotipos; discursos grandilocuentes o conservadores; inercias que conducen a la comodidad, a la falta de aportes concretos”. “Hay que dejar atrás la cultura rígida y formalista, la soberbia que nos impide escuchar las sugerencias y propuestas para mejorar; hay que ejercitar virtudes y valores”, agregó.